La vinícola Ventisquero, ubicada en la región de Apalta, cerca de la majestuosa Cordillera de los Andes, celebra un hito importante este año: el vigésimo aniversario de su primer vino Pangea. Desde su primera cosecha en el año 2000, este vino ha cautivado a los amantes del vino en todo el mundo con su sabor único y su historia fascinante.
El nombre Pangea proviene de la teoría de la deriva continental, que sugiere que en algún momento de la historia, todos los continentes estuvieron unidos en un solo supercontinente llamado Pangea. Esta idea de unidad y conexión es la esencia de este vino, que combina uvas de diferentes viñedos de la región de Apalta para crear un sabor único y complejo.
La historia de Pangea comienza en 1998, cuando la vinícola Ventisquero adquirió una finca en Apalta con el objetivo de producir vinos de alta calidad. La región de Apalta, con su clima mediterráneo y suelos ricos en minerales, resultó ser el lugar perfecto para cultivar uvas de alta calidad. Dos años después, en el año 2000, se lanzó al mercado el primer vino Pangea, elaborado con uvas de la variedad Carmenere, una cepa emblemática de Chile.
Desde entonces, Pangea ha sido un éxito rotundo, ganando numerosos premios y reconocimientos en todo el mundo. Su primera cosecha obtuvo 91 puntos en la prestigiosa revista Wine Spectator, y desde entonces ha sido incluido en la lista de los mejores vinos de Chile por la misma publicación. Además, ha sido galardonado con medallas de oro en importantes concursos internacionales de vino, como Decanter World Wine Awards y International Wine Challenge.
Pero más allá de los premios y reconocimientos, lo que hace que Pangea sea verdaderamente especial es su sabor. El vino es una mezcla de uvas Carmenere, Cabernet Sauvignon, Syrah y Petit Verdot, que se cultivan en diferentes viñedos de la región de Apalta. Cada variedad aporta su propio carácter y complejidad al vino, creando una experiencia sensorial única en cada sorbo.
El enólogo de Ventisquero, Felipe Tosso, describe a Pangea como un vino “con personalidad propia, que refleja la diversidad y complejidad de la región de Apalta”. Y es que, en efecto, cada botella de Pangea es una representación de la diversidad de la región, con sus diferentes suelos, altitudes y microclimas.
Además de su sabor excepcional, Pangea también tiene una historia fascinante detrás de su etiqueta. Cada año, la etiqueta del vino presenta una ilustración diferente de un animal prehistórico que habitó la región de Apalta hace millones de años. Estos animales, como el Megalodón y el Glyptodon, simbolizan la conexión entre el pasado y el presente, y la idea de que todo está conectado en un ciclo infinito.
Este año, para celebrar el vigésimo aniversario de Pangea, la etiqueta presenta al famoso Tiranosaurio Rex, que habitó la región de Apalta hace más de 66 millones de años. Esta elección no solo es un homenaje a la historia de la región, sino también una forma de destacar la longevidad y la calidad de este vino excepcional.
En resumen, Pangea es mucho más que un vino, es una experiencia sensorial y una historia fascinante. Elaborado con pasión y dedicación por la vinícola Ventisquero, este vino ha conquistado los paladares de los amantes del vino en todo el mundo y ha demostrado que la región de