Jenni Hermoso, una de las jugadoras más destacadas de la selección española de fútbol femenino, se ha visto envuelta en una polémica reciente después de que se publicara un video en el que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, le da un “selinho” (beso pequeño) en la mejilla durante la celebración de la clasificación del equipo para los Juegos Olímpicos de Tokio.
Sin embargo, la versión de Jenni Hermoso es completamente diferente a la que se ha querido dar a conocer. La delantera del Barcelona señala que lo sucedido no fue un simple beso en la mejilla, sino que Rubiales le dio un beso en la boca de manera forzada, y además, recibió amenazas por parte de la Federación para que no hablara públicamente sobre lo sucedido.
Ante estas acusaciones, la Federación Española de Fútbol ha emitido un comunicado en el que niega rotundamente que el beso fuera forzado, asegurando que fue un gesto de cariño propio de una celebración y que, en ningún momento, hubo intención de incomodar o faltar el respeto a la jugadora.
A pesar de esta versión, el video ha generado una gran controversia en España y ha provocado un debate sobre el papel de la mujer en el fútbol y la importancia de erradicar comportamientos machistas y abusivos en el deporte.
Es importante destacar que esta no es la primera vez que Jenni Hermoso se ha visto afectada por este tipo de situaciones. En 2016, durante la celebración del título de Liga del Atlético de Madrid Femenino, también recibió un beso por parte de un miembro del cuerpo técnico del equipo rival, el Barcelona, y en esa ocasión también se generó un gran revuelo.
Pero lo que realmente importa en toda esta polémica es la voz de Jenni Hermoso y su denuncia de un comportamiento que no debería ser tolerado en ningún ámbito, mucho menos en el deporte. Es muy valiente por su parte hablar públicamente de lo sucedido y denunciarlo ante las instancias correspondientes.
Es hora de que el fútbol femenino, y el deporte en general, deje de ser un campo de batalla para las mujeres y se convierta en un espacio de igualdad y respeto. Las jugadoras deben ser valoradas por su talento y su esfuerzo, no por su género. Y los gestos de cariño o de celebración no pueden ser excusa para faltar el respeto a ninguna deportista.
Por otro lado, es necesario mencionar que la selección española femenina ha realizado grandes avances en los últimos años y es un referente en la lucha por la igualdad de género en el deporte. Su clasificación para los Juegos Olímpicos de Tokio es un logro histórico que merece ser celebrado y reconocido.
Por eso, es importante que la polémica generada por este video no empañe el trabajo y el esfuerzo de todo un equipo de mujeres que han luchado y han demostrado su valía en el campo de juego.
En conclusión, este incidente debe servir como un llamado de atención para que se tomen medidas más serias y efectivas en la lucha contra el machismo en el deporte. La voz de Jenni Hermoso debe ser escuchada y su denuncia debe ser tomada en serio. Y, sobre todo, debemos seguir apoyando y celebrando los logros del fútbol femenino español y de todas las mujeres que se dedican al deporte.